02 Nov Mantenimiento de las instalaciones fotovoltaicas
El provecho de la energía solar no termina con la instalación de las placas fotovoltaicas, pues es necesario hacerle seguimiento a través de la monitorización. A ello se le suma otro aspecto fundamental: el mantenimiento.
Tabla de contenidos
Las instalaciones fotovoltaicas están expuestas a numerosos agentes que puedan disminuir su rendimiento, y la clave para evitar esta situación es el mantenimiento. Como especialista en el área debes conocer la información que te traemos a continuación.
¿Por qué es importante hacer un mantenimiento a estas instalaciones?
Si bien es cierto que las instalaciones fotovoltaicas son una de las mejores opciones de energía renovable, no podemos dejar de lado que su rendimiento puede ser menor al ideal si no se cuidan correctamente.
De ahí parte la importancia de un mantenimiento eficaz, oportuno y profesional. Para ser exactos, el mantenimiento de los sistemas fotovoltaicos busca mitigar los daños producidos por la suciedad, la polución y los cambios climatológicos del lugar donde se ubican las placas.
Además, existen otros agentes, como el carbono de iones, que puede repercutir en el rendimiento de las instalaciones solares. Todo esto puede ser evitado con un buen mantenimiento.
Tipos de mantenimiento
Es importante destacar, entonces, que existen dos tipos de mantenimiento para las placas solares, y elegir el más adecuado depende de algunos aspectos:
- El clima de la zona donde se ubique la instalación.
- El nivel de complejidad de las placas solares.
- La contaminación ambiental existente.
Tras determinar estos datos, podrás hablarles a tus clientes sobre las siguientes clases de mantenimiento:
Mantenimiento preventivo
Este tipo de trabajo es el más común en las instalaciones fotovoltaicas. Su complejidad es casi nula, por lo que puede ser realizado por los propietarios de la estancia donde se ubican los paneles solares.
El mantenimiento preventivo consiste, entonces, en limpiar con cuidado la instalación para retirar las suciedades u objetos que hayan quedado en las placas y que obstruyan su correcto funcionamiento.
En este caso, el propietario podría usar un trapo humedecido con agua.
Mantenimiento no preventivo
Debe efectuarse por un profesional calificado en el área. Este tipo de limpieza es común cuando ya existe un daño en la instalación que no puede ser reparado por el propietario de la vivienda o el local.
En este contexto será necesario, en primer lugar, realizar una inspección ocular, para notar cuál es la falla, pues no es recomendable tener contacto directo con los paneles. Esto se debe a que es posible que haya averías en la instalación.
El profesional encargado del trabajo deberá desconectar el suministro eléctrico, verificar la corriente de cortocircuito y la tensión a circuito abierto para encontrar la falla y repararla.
Todo este proceso puede realizarse, preferiblemente, a primera hora de la mañana o durante las últimas horas de la tarde para evitar riesgos de accidentes.
¿Cuánto dura una instalación fotovoltaica?
El rendimiento de las instalaciones fotovoltaicas puede variar, pero es común encontrar en el mercado paneles con 20 a 30 años de vida útil. Sin embargo, con un monitoreo y mantenimiento adecuados, las placas pueden seguir funcionando por 10 años más.
Ventajas del mantenimiento
Además de ser necesario, el mantenimiento de las placas solares permite algunas ventajas:
- Disminuir los puntos muertos de la corriente producidos por paradas.
- Detectar y reparar los fallos repetitivos.
- Fortalecer los puntos débiles de la instalación.
- Evitar costes excesivos de reparaciones.
Con un mantenimiento de calidad, las instalaciones fotovoltaicas de tus clientes podrán operar por mucho más tiempo. Sin dejar a un lado, claro está, que la calidad y el rendimiento de los paneles se mantendrán casi intactos hasta el fin de su vida útil.
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