23 Nov Reglas sobre el mantenimiento de fluidos en las empresas
El mantenimiento de fluidos de las diferentes instalaciones o estructuras de un negocio es fundamental para preservar su higiene. Concretamente, el sistema de fluidos es uno de los más delicados. Esto incluye la fontanería, grifería y demás. Es sencillo conservar un excelente nivel, pero también es necesario disponer de medios para hacerlo, y saber cómo hay que llevarlo a cabo.
Tabla de contenidos
Cómo cuidar los fluidos
El primer paso será elaborar un calendario en el que determinar la frecuencia de actuación necesaria. Es decir, en él deben quedar reflejados todos los mantenimientos de los diferentes espacios o elementos que haya en una empresa. Desde la limpieza hasta la reparación. Lo que se busca aquí es crear el encaje adecuado entre los objetivos que se persiguen y los recursos de los que se dispone.
Las instalaciones de fluidos son las relacionadas o dependientes de las sanitarias. Es decir, llevar y recoger las aguas supone transportar un líquido potable y sano y recoger uno con cierta contaminación. Es cuestión sanitaria que este traslado se realice de la adecuada manera. Además, que haya problemas con este tipo de instalaciones puede ser un gasto verdaderamente importante para la propia empresa.
Por poner un dato, 30 gotas por minuto suponen 250 litros al mes. En unas instalaciones amplias, evidentemente, es más que probable que algún que otro grifo pierda agua con algo más de frecuencia. Es decir, este gasto, que no es más que un ejemplo, es, probablemente, mucho mayor.
Además, es raro que este tipo de averías se mantengan constantes o que se lleguen a arreglar solas. En la mayoría de casos apuntan a un problema que se está iniciando y que, en caso de no subsanarse, podría llegar a dañar las estructuras de las cañerías. En caso de que estos problemas sean detectados es necesario realizar un diagnóstico claro y una rápida reparación.
La frecuencia del mantenimientos de fluidos
Para evitar que sucedan este tipo de averías será necesario contar con un servicio especializado en su revisión. Estas serían algunas pautas:
La limpieza y la desinfección de baños y de cocinas debe de ser diaria, por simple higiene. En cuanto a los desagües, a la red de agua, los paneles solares, la grifería y demás, es necesaria una revisión semanal. Sencillamente, se apretarán aquellos elementos que estén más sueltos. Es raro que de una semana para otra se produzca un problema grave.
Hará falta una revisión mensual algo más exhaustiva. Concretamente, de la red de agua potable que proviene del exterior, los estanques de acumulación y, finalmente, del alcantarillado exterior. La limpieza y la revisión serán, principalmente, las tareas, pero en caso de encontrar algo más problemático será necesario repararlo.
Semestralmente, se recomienda realizar una revisión de los aparatos sanitarios. Y, finalmente, y solo de manera anual, hay que analizar el alcantarillado exterior, los estanques de acumulación, los baños y las cocinas. Ahora bien, esta inspección es algo más exhaustiva y se hace especial énfasis en la limpieza y en la desinfección. Esto quiere decir que será necesario eliminar los residuos que, de manera natural, se hayan ido acumulando en las diferentes zonas. Esto hace que los sistemas de grifería funcionen sensiblemente mejor y evita que puedan aparecer cualquier tipo de problemas más graves en el futuro.
En conclusión, el mantenimiento de los fluidos es una de las asignaturas pendientes de algunas empresas. Es necesario dedicar especial cuidado y previsión a esto, ya que ayudará a evitar gastos, ofrecer un ambiente mucho más saludable y, también, ahorrarse problemas estructurales en un futuro no muy lejano.
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