25 Feb Tubos termorretráctiles, ¿por qué son necesarios?
Los tubos termorretráctiles son conductos que al entrar en contacto con una fuente de calor se contraen hasta un 70% de su tamaño inicial, adhiriéndose con mucha fuerza a los objetos sobre los que se colocan y conservando esa nueva forma después de enfriarse.
Tabla de contenidos
Características que hacen necesario su uso
Desde que fueron inventados en 1962, los tubos termorretráctiles han sufrido transformaciones en su fabricación para adaptarse a las necesidades del mercado. Sus principales características son:
- Son excelentes aislantes eléctricos.
- Ofrecen protección contra el polvo y agua a los elementos que envuelven.
- Aportan resistencia mecánica al empalme, terminal o unión sobre el cual se colocan.
- Son fáciles de utilizar.
Principales usos de los tubos termorretráctiles
Los tubos termorretráctiles ofrecen un acabado más esmerado que los empalmes eléctricos con cinta aislante tradicional. Además, son más duraderos y aportan protección contra los líquidos.
En el caso de las versiones con diámetros más reducidos, los tubos termorretráctiles encuentran aplicaciones en la electrónica e informática. En estos casos están fabricados con materiales que aportan aislamiento térmico al cableado.
Su uso más común es en los empalmes eléctricos para baja y media tensión.
También suelen utilizarse en el recubrimiento y protección de conectores, terminales, uniones y derivaciones. En estos casos son útiles debido a que dotan de una gran resistencia mecánica a estos elementos, que suelen desgastarse y sufrir daños con regularidad.
Cómo utilizar un tubo termorretráctil
El modo de uso de un tubo termorretráctil es sumamente sencillo y sólo consta de dos pasos.
Primero, deben introducirse dentro del tubo los elementos que se desean aislar o proteger; en el caso de los empalmes eléctricos los cables deben pasar por el interior del tubo antes de hacer la conexión.
Segundo, se debe exponer el tubo a una fuente de calor para que se contraiga hasta sellar los elementos que cubre con la firmeza deseada. No es necesario hacer nada más.
Lo más recomendable es utilizar un decapador o pistola de aire caliente como fuente de calor.
También suelen usarse mecheros y sopletes, aunque en esos casos se debe tener cuidado para que el fuego no dañe el tubo ni el propio cableado. Hay que recordar que lo que hace que el tubo se contraiga es únicamente calor, por lo que basta con acercar la llama sin necesidad de que ésta haga contacto.
Características a tener en cuenta antes de utilizar un tubo termorretráctil
A continuación, te contamos los principales aspectos a los que debes prestar atención antes de usar un tubo termorretráctil:
- Temperatura mínima de contracción: es la temperatura que debe alcanzar la superficie del tubo para empezar a contraerse. Es importante tener en cuenta este aspecto para saber si la herramienta que pretendemos utilizar como fuente de calor es o no la adecuada.
- Diámetro y longitud: se debe asegurar que todos los elementos podrán ser introducidos dentro del tubo sin la necesidad de forzarlos, pero su diámetro debe ser lo suficientemente ajustado como para que los elementos a proteger no queden sueltos después de aplicar el calor. De igual modo, a nivel longitudinal se recomienda que el largo del tubo sea del doble de la porción que se requiere asegurar; de esta forma, una cuarta parte de esa longitud cubrirá los extremos de los elementos protegidos.
- Grado de contracción: se debe considerar que los tubos termorretráctiles se contraen entre un 50% y 70% de su diámetro y en torno al 20% de su longitud. En algunos casos no existe una variación longitudinal, pero estos valores siempre deberán ser consultados con el fabricante.
En conclusión, la utilización de tubos termorretráctiles representa solo ventajas: fácil instalación, mayor grado de protección, mayor durabilidad y coste accesible. Si aún no los has estado usando para tus instalaciones es momento de que lo hagas.
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